Es una fiesta con una arraigada tradición en la ciudad de Valencia y diferentes poblaciones de la Comunidad Valenciana. Actualmente, esta festividad se ha convertido en un atractivo turístico muy importante. Sus orígenes son realmente sencillos, una simple quema de desechos de los talleres de carpintería. Pero la inventiva del pueblo valenciano le ha ido aglutinando todos los rasgos propios de su cultura e historia.
Se podría decir que son los carnavales de la ciudad de Valencia, en donde toda la picaresca y crítica se vuelca en los cadafals (monumentos) de tal manera que, al quemarlos, se piensa que se eliminan los problemas y males. También en esta fiesta se unen varios aspectos que definen una cultura: el fuego, la música, la pólvora y la calle.